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CSRD: la evaluación ESG, más fácil gracias a los datos de la flota en tiempo real

Cuando entre en vigor en 2024, la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Empresarial (IRSE) se obligará a las empresas afectadas a supervisar y publicar, además de su balance financiero, un balance ESG (Environmental, Social and Governance), traducido como un balance medioambiental, social y de gobernanza, o también  balance «extrafinanciero». Este balance se refiere al seguimiento de la información no monetaria, en particular los impactos y riesgos sobre el medio ambiente, la sociedad, los seres humanos y todo el ecosistema de la empresa.

Dado que el transporte es responsable del 25% de las emisiones de CO2 en Europa, según cifras de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la cuestión del impacto medioambiental de la flota de vehículos debe ocupar un lugar destacado en el informe ESG que deben publicar las empresas. Para ayudarles a consolidar la información y elaborar este informe, la transmisión de los datos de los vehículos en tiempo real a una interfaz única será de gran ayuda para el departamento financiero.

Parque de vehículos: la importancia de controlar las emisiones de CO2

Esta obligación está destinada a aplicarse a un número creciente de empresas a medida que cambien los umbrales de aplicación. Además, una empresa que no esté sujeta al CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive), es decir, a la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa, pero que sea subcontratista o proveedor de otra empresa que sí lo esté, podrá verse obligada a presentar un informe anual de impacto de CO2. En este nuevo contexto legislativo, la capacidad de proporcionar información fiable y estructurada sobre sus emisiones de CO2 tenderá a convertirse cada vez más en una ventaja competitiva para una empresa, aunque sea pequeña.

Sin embargo, el reglamento CSRD no es necesariamente la única razón para que una empresa controle sus emisiones de CO2. La Ley francesa sobre el Clima y la Resiliencia (publicada en el Journal Officiel el 24 de agosto de 2021) introduce un nuevo objetivo del 70% de vehículos de bajas emisiones en las renovaciones de flota para 2030. Al mismo tiempo, la Loi d’Orientation des Mobilités (Ley de Orientación de la Movilidad) obliga a las empresas a dar preferencia a los vehículos que emitan menos de 60 g de CO2 por km a la hora de renovar sus flotas. El objetivo es preparar a directivos, conductores y mentalidades para un futuro totalmente eléctrico, con la prohibición de vender nuevos vehículos de combustión de aquí a 2035.

Mientras tanto, el seguimiento diario de las emisiones de CO2 de la flota es la única forma de que los responsables de la toma de decisiones :

  • Evalúen la situación actual y determinen el alcance del trabajo que debe realizarse.
  • Cuantifiquen los cambios necesarios para progresar y cumplir las normas futuras.
  • Apliquen la transición energética a escala local mediante decisiones adecuadas.
  • Midan el progreso del proyecto.
  • Comuniquen interna y externamente sobre el tema.

 Varios métodos de evaluación

La pregunta clave es cómo evaluar y controlar el impacto ambiental del uso de estos vehículos de flota a lo largo del tiempo, en particular sus emisiones de CO2. Se plantean dos  posibles soluciones:

  1. Estimación basada en el número de kilómetros recorridos y el consumo de combustible.
  2. Cálculo preciso de los costos mediante la transmisión de los datos reales de consumo del vehículo. 

Aunque el primer método no requiere inversión, presenta desafíos importantes. Por un lado, implica consolidar todos los desplazamientos realizados a lo largo del año, lo que conlleva una carga administrativa considerable. Además, asignar a cada vehículo una cifra media de consumo de combustible puede resultar inexacto, ya que las cifras oficiales de los fabricantes pueden diferir de las condiciones reales.  

Utilización de los datos de los vehículos para controlar las emisiones

La segunda técnica, basada en la transmisión de datos en tiempo real, utiliza la solución Carfleet de Echoes. Esta solución se fundamenta en los datos transmitidos por los vehículos a través de un chip 4/5G incorporado, que son generados por los diversos sensores presentes en los vehículos modernos. 

Estos datos, consolidados en una interfaz específica, permiten analizar y exportar información detallada, incluyendo:  

  • Composición exacta de la flota conectada.
  • Kilometraje total recorrido por la flota.
  • Consumo total de combustible de los vehículos de combustión interna.
  • Emisiones totales de CO2 de los vehículos de combustión interna.
  • Consumo total de los vehículos eléctricos o híbridos enchufables, en kWh.

 CarFleet, una solución para medir y actuar

CarFleet no solo proporciona datos, sino también herramientas para controlar y reducir el consumo de combustible de la flota, como:

  • Geolocalización e historial de viajes para optimizar rutas.
  • Consumo medio de combustible de los vehículos. 
  • Alertas mecánicas, incluida la presión de los neumáticos. Si la presión de los neumáticos es demasiado baja, el consumo de combustible puede aumentar hasta un 10%.
  • Supervisión de la carga de los vehículos híbridos enchufables. De esta manera, se detectan los vehículos que no se han cargado o que la carga ha sido insuficiente,  y en consecuencia, provoca un aumento del consumo de combustible.

 Gracias a la tecnología exclusiva  «Vehicle Data as a Service» de Echoes, CarFleet cumple con las obligaciones de notificación del CSRD y realiza un seguimiento de las emisiones de CO2 de la flota, sin compromisos ni instalaciones adicionales en los vehículos.

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