Datos del vehículo en tiempo real para prolongar la vida útil de la batería
Con un precio medio estimado por Bloomberg en 151 dólares por kWh en 2022 (fuente), las baterías de iones de litio para automóviles siguen siendo costosas, a pesar de una caída de casi el 80% desde 2013. Como resultado, la batería puede representar hasta el 50% del precio total de un coche eléctrico nuevo, y potencialmente más a medida que el vehículo envejece. Por lo tanto, no es sorprendente que los operadores de leasing, muy sensibles a la cuestión del valor residual, estén atentos al buen estado de funcionamiento de la batería.
Una batería dañada o el riesgo de litigio posterior a una transacción
Afortunadamente, la sustitución completa de la batería rara vez es necesaria, y sigue siendo la excepción. De una comunidad de 15.000 vehículos rastreados por el sitio web estadounidense Recurrent, sólo el 1,5% ha tenido que cambiar su batería durante su vida útil (fuente). Sin embargo, la capacidad de una batería se deteriora gradualmente a lo largo de su vida útil, en correlación con la forma en que el usuario la carga y descarga. Esto plantea una cuestión crucial a la hora de revender el vehículo: ¿cómo gestionar la posible diferencia entre la autonomía del vehículo indicada en su ficha técnica y su autonomía real? ¿Puede un distribuidor asumir el riesgo de tener que lidiar con un litigio con un comprador insatisfecho?
De ahí la necesidad de poder medir el estado de salud (SoH) de una batería antes de volver a comercializarla, para poder dar al comprador una cifra exacta de autonomía. Para ello, el fabricante puede realizar un diagnóstico preciso previo pago. Sin embargo, algunos también ofrecen herramientas o cajas que pueden conectarse al puerto OBD del vehículo. Tras una carga completa y un uso normal del vehículo hasta su descarga casi total en un tiempo determinado, el proveedor de servicios puede recoger y analizar los datos transmitidos por el dispositivo, con el fin de estimar el estado de la batería y la autonomía máxima restante. Sin duda, para un distribuidor, este proceso de análisis durante varios días parece incompatible con las exigencias del comercio de vehículos de ocasión, basado en la rotación rápida de las existencias y la optimización de los procesos. Aun así, una vez medida la pérdida de eficiencia de la batería, el distribuidor sólo puede reducir el precio de reventa y, por tanto, reconocer su pérdida de valor residual y de margen. Pero, ¿no es mejor prevenir que curar?
Mejor prevenir que curar
Mantener la capacidad de la batería es esencial durante todo el período de arrendamiento, no solo al devolver el vehículo. El rendimiento de la batería está fuertemente influenciado por el comportamiento del conductor, y varios factores pueden afectarlo negativamente. Entre ellos se incluye el exceso de carga por encima del 80% o la descarga por debajo del 20%. Según chargemap.org, se recomienda mantenerse dentro del rango de carga del 20-80% con regularidad para preservar la batería. Las recargas rápidas deben evitarse, ya que pueden dañar las células de la batería. Además, las variaciones de temperatura pueden afectar negativamente a la batería; por lo tanto, es aconsejable estacionar el vehículo en un lugar cubierto y precalentar la batería antes de recargarla o arrancar en climas fríos.
Estas instrucciones deben ser seguidas por el conductor durante toda la duración del contrato, para garantizar que el rendimiento de la batería se mantiene en la medida de lo posible. Sólo falta que el arrendador se asegure de que se siguen estas instrucciones. Para ello, necesita un acceso continuo y en tiempo real a los datos técnicos del vehículo. La mayoría de los coches nuevos están equipados de serie con un sistema telemático a bordo diseñado para transmitir información técnica al fabricante con alta frecuencia. Los fabricantes ponen estos datos a disposición de los propietarios de los vehículos a cambio de una cuota, lo que puede permitir a los operadores de leasing recoger los datos brutos para luego armonizarlos, reprocesarlos y utilizarlos. Pero este tedioso trabajo de recogida y tratamiento de datos, sobre todo cuando se trata de varios fabricantes diferentes, sigue estando lejos de la actividad principal de los arrendadores.
Echoes, un servidor neutral y operador de datos
Aquí es donde entra en juego Echoes, un servidor neutral independiente de los fabricantes, con una propuesta de valor que responde a las nuevas necesidades de los arrendatarios. Al recoger los datos técnicos de los vehículos de todos los fabricantes, Echoes es capaz de recopilar y armonizar toda esta información para que pueda mostrarse de manera uniforme en sus interfaces dedicadas Carlocate y Carfleet. De este modo, los operadores de leasing pueden encontrar en una única herramienta toda la información que necesitan para gestionar sus vehículos en carretera, en tiempo real: localización, kilometraje, nivel de carga de la batería, alertas mecánicas, alertas de accidentes, etc.
Mejor aún, en el caso de los vehículos eléctricos, Echoes también recoge información sobre cada recarga, en términos de potencia, duración y cantidad de energía recargada. Esto permite elaborar un informe de recarga semanal o mensual para cada vehículo. Nada más sencillo que analizar este informe, señalar las malas prácticas y ponerse en contacto con los clientes para hablar de sus hábitos de recarga y concienciarlos sobre las mejores formas de alargar la vida útil de sus baterías.
Con el tiempo, a medida que avance la electrificación de la flota, tanto a los operadores de flotas como a las empresas de leasing les interesará introducir políticas de tarificación para concienciar a los usuarios sobre las buenas prácticas de tarificación. En este sentido, la monitorización de los datos de los vehículos en tiempo real adquiere todo su sentido para, por un lado, ayudar a definir políticas de tarificación realistas y, por otro, controlar su correcta aplicación.