
TCO, instrucciones de uso: control de los costes de entrada
En la gestión de flotas, un indicador que se menciona con frecuencia es el TCO (Costo Total de Propiedad). El TCO automotriz representa la suma de todos los costos asociados con la propiedad de un vehículo o una flota completa. Es un KPI clave, esencial para monitorear y controlar la evolución de los costos de una flota, así como para comparar diferentes modelos en términos de carga financiera y orientar la toma de decisiones.
Para los principiantes y los gestores de flotas experimentados, la pregunta sigue siendo: ¿cómo se puede gestionar y optimizar eficazmente el TCO?
Para responder a esto, es fundamental comprender los diferentes componentes de costo del TCO, que hemos dividido en cinco categorías:
- Costos de entrada
- Costos de salida
- Impuestos y seguros
- Costos de mantenimiento y reparación
- Costos energéticos
Este artículo examina la estructura de los costos de entrada, es decir, aquellos relacionados con la adquisición de un vehículo de empresa o de servicio. Aquí le mostramos cómo gestionarlos y reducirlos.
1. Dimensionar correctamente su flota
El análisis de los patrones de viaje de los conductores, especialmente en los coches de servicio, puede revelar datos inesperados: ¡algunos vehículos están infrautilizados!
En lugar de mantener y financiar un vehículo poco utilizado, considere soluciones alternativas, como:
- Alquileres a corto plazo para necesidades ocasionales
- Adquisición de bicicletas o bicicletas eléctricas para trayectos cortos
- Incentivar a los empleados a usar su propio vehículo para desplazamientos ocasionales, con reembolso de gastos
Comprender los hábitos de conducción y desplazamiento de los empleados es clave. Una herramienta de telemetría puede proporcionar estadísticas de uso. Entre ellas, CarFleet de Echoes destaca por utilizar datos transmitidos de forma nativa por el vehículo al fabricante. No es necesario comprar, instalar, configurar ni desinstalar un dispositivo de rastreo, lo que ahorra tiempo y dinero. Además, los datos del vehículo permiten a CarFleet recopilar información mucho más precisa que un rastreador GPS, en términos de velocidad media, estilo de conducción y, próximamente, tasas de ocupación del vehículo.
2. Elegir los modelos adecuados
Para reducir los costos de entrada de los vehículos necesarios, la estrategia más efectiva suele ser optar por modelos de gama más baja. ¿Todos los empleados necesitan un SUV o una gran berlina? Estas opciones pueden no ser adecuadas para quienes conducen principalmente en entornos urbanos, realizan trayectos cortos o viajan solos la mayor parte del tiempo. Una vez más, una herramienta de monitoreo de flota como CarFleet puede ayudar a comprender mejor:
- Los hábitos de conducción de cada usuario
- Las estadísticas de uso de cada vehículo
Estos datos permiten adaptar el segmento del vehículo y su motorización al uso real.
Curiosamente, optar por un modelo de gama más baja no siempre es beneficioso, especialmente en contratos de leasing como el LOA (Leasing con Opción a Compra). En este tipo de financiación, donde el cliente solo paga por la depreciación del vehículo durante el contrato, la pérdida de valor influye directamente en las mensualidades. Por lo tanto, dentro del mismo segmento, un vehículo de marca premium—aunque tenga un precio de compra más alto—puede resultar en cuotas de arrendamiento más bajas debido a su menor depreciación. Compare cuidadosamente las ofertas antes de tomar una decisión.
3. Seleccionar el método de adquisición adecuado
Al adquirir un vehículo, se presentan dos opciones principales:
- Compra directa: Todavía común entre empresas de alquiler y pequeñas flotas empresariales. El costo total se calcula restando el valor residual del vehículo al final de su uso del precio de compra. Si se financia con un préstamo, también se deben considerar los intereses.
- Leasing (a corto o largo plazo) o Leasing con Opción a Compra (LOA/Crédito-Leasing): Cada vez más popular, permite a las empresas distribuir los costos de adquisición en pagos mensuales fijos. Estos contratos pueden incluir servicios como mantenimiento, seguro y asistencia en carretera.
La elección entre estas opciones depende de la política contable y las prácticas de la empresa. Para las PYMEs, un cuadro comparativo puede ayudar a identificar la mejor opción. En general, el leasing es ideal para empresas que necesitan vehículos nuevos sin preocuparse por la reventa, mientras que la compra mediante crédito sigue siendo más rentable para los vehículos que se mantendrán a largo plazo.
4. Financiamiento: La competencia es clave
Comparar ofertas es fundamental para ahorrar dinero, no solo en modelos de vehículos sino también en acuerdos de leasing. Las ofertas de financiación de los fabricantes pueden ser atractivas, pero también consulte a su banco y a empresas de leasing independientes.
Para préstamos de automóviles, especialmente para PYMEs, los costos de interés pueden ser significativos, más aún con el aumento de tasas después de 2022. Las herramientas de comparación en línea pueden ayudar a encontrar las mejores tasas y fomentar la competencia entre instituciones financieras. Además, los plazos de préstamo más cortos y los pagos iniciales más altos suelen implicar tasas de interés más bajas, por lo que es importante ajustar la financiación según la capacidad de flujo de caja.
Conclusión
Si bien negociar mejores condiciones de financiamiento puede ayudar a reducir los costos de entrada, recuerde que el vehículo más económico es el que no necesita adquirir. Monitorear los hábitos de uso de los conductores con una herramienta como CarFleet le permitirá optimizar el tamaño de su flota y la selección de modelos, reduciendo así su TCO.